
La idea de este ministerio surge a través de un grupo de personas que tienen en su corazón servir a Dios ayudando a aquellos que más lo necesitan.
En un principio no sabíamos muy bien por dónde empezar ya que las cuestiones legales para poder iniciar una obra social muchas veces ralentizan el proceso, pero la pandemia puso en un escenario muy difícil a muchas familias. Aquí, es cuando Dios abrió puertas y comenzamos a trabajar repartiendo comida a familias con problemas económicos a través de una ONG que nos apoyaba con alimentos y de la iglesia local que no reparó en gastos a la hora de comprar cualquier producto de primera necesidad durante el confinamiento.
Pero después del confinamiento nos surge la pregunta ¿y ahora qué?
Contactamos con algunas ONG y les explicamos lo que Dios había puesto en nuestro corazón.
No dudaron en apoyarnos con alimentos y actualmente gracias a ellos estamos suministrando los mismos a unas 7 familias en necesidad.
Hoy por hoy lo que buscamos es concienciar a la gente y en especial a la de la congregación de que hay más personas con necesidades básicas que se necesitan cubrir. Por eso hacemos un llamado para que en la medida de lo posible apoyen al ministerio trayendo alimentos no perecederos que serán suministrados a estas familias.